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Llega la tarde y cuando por fin crees que podrás relajarte un poco, tu recién nacido tiene un plan completamente diferente: llorar. Suele ocurrir entre las 4 de la tarde y las 9 de la noche y puede durar varios minutos o incluso horas. La «hora del cólico», «hora pico» o como se llama en inglés » the witching hour» suele ocurrir en las primeras semanas de vida y se caracteriza por periodos de llanto intenso. La buena noticia es que NO DURA PARA SIEMPRE y suele desaparecer entre los 3-4 meses de vida. Pero ¿Por qué pasa? ¿Qué puedes hacer? Descúbrelo y ¡sobrevive!

  • Sobre cansancio: Todos los bebés necesitan cumplir con ciertos requerimientos de sueño diurno y aunque esos parámetros dependen de la edad del bebé, un menor de 4 meses requiere entre 4-7 horas repartidos en varias siestas al día. Además hay que tomar en cuenta el tiempo que el bebé puede estar despierto entre siesta y siesta sin que esté sobre cansado. Si esos parámetros no sé cumplen, tu tesoro estará sobre cansado cuando llegue la tarde lo que se traduce en un bebé llorón e incontrolable. ¿Qué puedes hacer? Establecer una rutina predecible ayuda mucho. Eso implica    empezar  y terminar el día siempre a la misma hora y establecer una rutina de siestas para el bebé. Ten en cuenta que un recién nacido aguanta despierto entre siesta y siesta al rededor de 45-60 minutos y aunque sea tentador estar todo el día en la calle, para el bebé es más aconsejable realizar la mayoría de sus siestas en un sitio tranquilo.
  • El bebé está sobre estimulado: Cuando tuve a mi primer hijo lo único que quería era estar en la calle y hacer «mi vida de antes». Es normal, y ya que los bebés tan pequeños son fáciles de transportar en un foular, cochecito, brazos… es tentador ir con ellos a cenas, reuniones y hasta a bares… Sin embargo los bebés no siempre «duermen» sino que activan un mecanismo de defensa cuando están sobre estimulados en el que de alguna forma «se desconectan» de todo los ruidos que los rodean. Pero eso no quiere decir que descansen como deberían y conforme van creciendo y están más activos se estimulan con facilidad.¿Qué puedes hacer? Se realista. Tu vida ha cambiado. Ya no hay fines de semana para dormir hasta tarde o la posibilidad de salir de casa sin hacer planes. Pero tampoco durará toda la vida y si inviertes tiempo de calidad en la tranquilidad de tu hijo en sus primeras semanas, verás el fruto de tu esfuerzo en unos meses cuando descubras que tu pequeño ha adquirido buenos hábitos de sueño. Por lo tanto, si puedes, olvida las visitas, las fiestas, el ajetreo extremo e invierte en hacer piel con piel, mirar a tu pequeño y aunque suene trillado, en intentar descansar mientras el bebé descansa.
  • Tiene cólico: Sí los gases pueden trastornar hasta el bebé más tranquilo. Debido a la inmadurez de sus órganos puede tener dolor de barriga y en algunos casos, reflujo. ¿Qué puedes hacer? Si das el pecho asegúrate de que el enganche sea el adecuado pues esto reduce la posibilidad de que trague aire mientras come. Por supuesto, no olvides sacar el aire entre y al final de cada toma.  Si el enganche es el correcto y tiene una succión eficiente el bebé llegará a la leche más densa y no solo consumirá lactosa ( la primera leche que sale en una toma), lo cual también lo saciará y le hará consolidar más sus siestas. Para saber si está haciendo una “comida completa”, revisa que sus deposiciones sean amarillo mostaza y no verdes, lo cual indicaría que solo está consumiendo más lactosa. Algunos expertos apuntan a que la alimentación de la mama también influye así que lo mejor es evitar la cafeína, comida picante y en mi caso ayudó dejar los lácteos. Con mis dos hijos me ha funcionado darles probióticos reuteri (recetados por su pediatra), colocarles un cojín de semillas calientito en su barriga y llevarlos con una osteopata especialista en bebes.
  • El bebé necesita comer: Algunos niños comienzan a pedir más comida de lo normal en esta hora. Esto se debe a que los ritmos naturales del cuerpo bajan al final de la tarde y los bebes buscan una forma de auto consolarse y completar sus requerimientos calóricos para aguantar más tiempo sin comer durante la noche. ¿Qué puedes hacer? Sigue tu instinto, observa a tu bebé y trata de entender su llanto, pues es la forma que tiene de comunicarse. ¿Tiene hambre? ¿Necesita brazos? ¿Requiere succionar para relajarse? Si al final se alimenta más de la cuenta ten paciencia y piensa en que seguramente aguantará más tiempo dormido hasta la siguiente toma.

Además de lo anterior, también puedes utilizar los siguientes recursos para calmar a tu pequeño:

  • Mantente zen: Recuerda que esta etapa no dura para siempre. Si sientes que pierdes los nervios, pide ayuda a tu pareja, amigas o un familiar a esa hora del día.
  • Envuélvelo: A los bebes les ayuda a relajarse y gestionar el estrés. En este post hablo sobre los beneficios de hacerlo.
  • Ruido blanco: Consigue un buen aparato de ruido blanco o descarga una app en tu móvil ( recuerda apagar el wifi Para evitar contaminación electromagnética)
  • Oscuridad: Nada de luces y estímulos. Procura limitar tus palabras y dirigirte al bebé en voz baja, pero eso sí los abrazos de mamá siempre son la mejor medicina. ¿Está desesperado? Hacer piel con piel puede ayudar a calmarlo.
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