Mis hijos de tres y un año conviven con cinco idiomas y muchos me preguntan: ¿cómo le haces? La realidad es que en gran parte se lo debo a que vivo en Barcelona, la ciudad que me adoptó hace casi 14 años y en la que vivimos muchísimos extranjeros.
En mi casa tenemos pasaportes de cuatro nacionalidades y esto es bastante común en esta urbe tan bonita. En casa se escucha inglés, italiano y español, así que mis dos hijos entienden bien esos idiomas. Además, el niño grande en la escuela escucha todo el día francés y ya empieza a decir cosas también en esa lengua. Eventualmente también hablará catalán con fluidez.
Sin embargo, no todo es producto de la casualidad. Te comparto lo que he aprendido en este tiempo sobre los niños y los idiomas:
- Los niños tienen capacidad de aprender alrededor de siete idiomas y entre más pronto empiecen mejor. Si lo aprenden antes de la pubertad tendrán más probabilidades de adquirir el idioma como nativo.
- Los sonidos de los diferentes idiomas estimulan diferentes partes del cerebro. Varios estudios demuestran que el multilingüismo a largo plazo tiene ventajas cognitivas e incluso puede proteger contra la demencia senil, (Albán-González, 2014).
- Hay muchas formas de aprender un idioma pero considero que la clave para hacerlo está en hacerlo jugando, es decir sin darse cuenta. Si disfrutan de lo que hacen adquieren vocabulario y palabras sin esfuerzo. Más vale poco y a menudo que saturarlos con clases eternas y aburridas.
- Haz pequeñas estructuras que creen relación del idioma que quieres introducir, ya sea con una actividad o persona. Por ejemplo: la TV sólo se ve X idioma, los libros de la noche sólo los leemos X idioma, la abuela sólo habla X idioma, las extraescolares son sólo en X idioma.
- Llévalo a playdates o grupos de juego con otros niños que hablen el idioma que estás introduciendo o bien, busca una persona que hable el idioma para que vaya a jugar con los niños alguna tarde a la semana.
- Los niños con más de un idioma tardan más en hablar. No compares a tu hijo con los demás y mucho menos con aquellos que sólo manejan una lengua.
- No tengas miedo a introducir un nuevo idioma. Nunca es tarde para hacerlo!